Lectura principal: Juan 9:9 "Unos decían: El es; y otros: A él se parece. El decía: Yo soy" (Juan 9:9).
Reflexión: En Juan 9:9, encontramos el relato de Jesús sanando a un hombre ciego de nacimiento. Después de recibir la visión, las personas comenzaron a discutir si el hombre era realmente aquel que habían conocido ciego o simplemente se parecía a él. En medio de la confusión, el hombre simplemente respondió: "Yo soy".
Este pasaje nos enseña poderosamente acerca de la obra de Jesús en nuestras vidas. Nos muestra, en primer lugar, que Jesús tiene el poder de transformar nuestras circunstancias más difíciles. Al igual que el hombre ciego, todos nosotros nacemos espiritualmente ciegos, pero Jesús viene a abrir nuestros ojos al conocimiento de Dios y a su amor.
Asimismo, el relato nos invita a responder de la misma manera que el hombre ciego lo hizo. Cuando las personas dudaron de su identidad, él afirmó con valentía: "Yo soy". Esta respuesta puede recordarnos a las palabras de Jesús en el libro de Juan, donde Él declaró repetidamente su identidad como el Hijo de Dios, el Mesías enviado a salvar al mundo. Al igual que el hombre ciego, debemos afirmar, con convicción y confianza, nuestra identidad en Cristo. A medida que experimentamos la transformación y la luz que Jesús trae a nuestras vidas, debemos recordar quiénes somos en Él: amados, perdonados, redimidos y llamados a vivir en su luz.
Oración: Amado Padre, gracias por la luz transformadora de Jesús en nuestras vidas. Ayúdanos a recordar nuestra identidad en Él y a vivir de acuerdo con tu voluntad. Danos valentía para proclamar que somos tus hijos y que hemos sido transformados por tu amor y gracia. En el nombre de Jesús, Amén.
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